Una ecuación (del grado que sea) puede no tener ninguna solución. En este apartado vamos a ver un ejemplo claro de este caso. Adelantamos que esto ocurre cuando se obtiene una igualdad absurda en el proceso de resolución de la ecuación.
En el Nivel 1 vimos que podemos utilizar las ecuaciones para buscar número que cumple determinadas propiedades, por ejemplo, “la suma de un número con su consecutivo es igual a 10” lo que se traduce como \(x+ x+1 = 10\).
La ecuación que se traduce como “un número es igual a su consecutivo” es \( x = x+1 \). Antes de resolver esta ecuación, pensemos un poco en el significado de este problema:
El consecutivo del número 1 es el número 2, el de 3 es 4, el de 4 es 5, etc. Es fácil comprender que no puede haber un número que sea igual a su consecutivo. Como consecuencia, la ecuación que expresa “un número es igual a su consecutivo” no debería tener soluciones.
Resolvemos la ecuación:
$$ x = x+1 $$
Pasamos la \(x\) del lado derecho restando al lado izquierdo:
$$ x – x = 1 $$
$$ 0 = 1 $$
Al resolver la ecuación llegamos a un absurdo (decir que 0 es igual a 1 es un absurdo). Suponer que “un número es igual a su consecutivo” nos conduce a un absurdo. Esto significa que la suposición es falsa y, por tanto, concluimos que no existe ningún número que cumple \(x = x+1\), es decir, la ecuación no tiene soluciones.
De hecho, si sustituimos la incógnita por cualquier número, la igualdad será falsa. Por ejemplo:
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Si \(x = 0\), tenemos \( 0 = 0+1 \).
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Si \(x = 1\), tenemos \( 1 = 1+1 \).
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Si \(x = 10\), tenemos \( 10 = 10+1\).
Resumiendo, una ecuación no tiene solución cuando de ella se deduce un absurdo.